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Una empresaria joven y con visión

Una empresaria joven y con visión

Yamileth Hernández

Dado que sus licuados y jugos verdes han tenido una gran aceptación, pretende expandir su negocio fuera de las fronteras de Hermosillo


Yamileth Hernández

Los sueños se cumplen si se trabaja para ello, y eso lo tiene claro Rosa Isela Velázquez, quien a sus 32 años de edad tiene su propio negocio y está por expandirse fuera de Hermosillo.

Hace apenas cinco años que la joven compró una carreta para hacer licuados y jugos verdes, pues requería de una fuente de ingresos extra, eso la hizo proponerse metas, las cuales hasta ahora ha cumplido y las ha superado.

Pero dentro de su sueño, nunca imaginó que tendría 21 carretas en Hermosillo, un negocio de desayunos y ahora pensar en expandirse y fuera del Estado, ya que su concepto ha revolucionado la industria de los desayunos saludables, además de que fue pionera en ofrecer al cliente todas las formas de pago y de pide y recoge.

“Nunca me imaginé que me dedicaría a esto de tiempo completo, que iba a tener la mitad de las carretas que tengo ahorita, pero esto comenzó realmente para dar un concepto, que ya existía, pero con valores agregados, no tenía ciertas cosas que el cliente requería y merece”.

Las carretas verdes cuentan con pago con tarjeta, facturación electrónica, ordenar y recoger, un ambiente limpio y una atención de cordialidad y confianza, pues sus alimentos son preparados a su vista, con todas las medidas de higiene.

“Ya somos 21 carretas en Hermosillo y ubicadas estratégicamente en vialidades principales, para que desde donde estés no te tardes ni 10 minutos en llegar a alguna de ellas; todavía no tenemos carretas fuera de Hermosillo, pero ya hay gente interesada de Obregón en llevarse la marca franquiciada y también en Nogales”, manifestó.

Esto ha sido un reto para Rosa Isela Velázquez, pero el apoyo de su familia y esposo han hecho la diferencia para seguir al pie de cañón, viendo crecer su sueño, viendo cómo encamina toda esa energía y pasión por algo que comenzó para sacar un “dinerito” extra, el cual ahora le da para vivir bien.

“Vi mi primera carreta en redes sociales, en Guaymas, le hablé a un tío y él la fue a ver y la compró, la adaptó para hacer los sándwiches y los jugos y me la trajo a Hermosillo, pero yo en el trayecto de Guaymas para Hermosillo estaba muy nerviosa, porque en lo que pensaba era que no se fuera a ponchar la llanta, me tenía estresada eso.

“Mi familia y mi esposo son mis motores porque siempre me han apoyado, desde las dos carreras que estudié, la maestría y este sueño cumplido que sigue creciendo”, recalcó.

Rosa Isela Velázquez dijo que no es fácil poner un negocio, mucho menos mantenerlo, pero con perseverancia, dedicación y compromiso se puede lograr lo que se propone.