Antesala / Francisco González Bolón
Si en verdad la voz de la Tribu Yaqui fue escuchada, pronto se harán realidad algunos planteamientos que han hecho a los gobiernos de este país, pero los cuales han sido ignorados hasta ahora.
El director general del INPI, Adelfo Regino Montes, dio a conocer hace unas horas lo que habrán de llamar el Plan de Justicia del Pueblo Yaqui.
Temas como el del territorio, agua y desarrollo integral han sido expuestos por los indígenas desde hace muchos años. De las 485 mil hectáreas de que los dotó el decreto de Lázaro Cárdenas del Río, en 1940, hoy les quedan, físicamente, unas 380 mil, pues a lo largo de los años les han ido quitando parte de su territorio, entre gobiernos y yoris.
El último de los atracos fue perpetrado por un presidente de la República llamado Ernesto Zedillo Ponce de León, quien en Loma de Bácum dio a conocer la expropiación de dos mil 688 hectáreas de la llamada "Cuchilla", con lo que se beneficiaría a pequeños propietarios y ejidatarios dotados incluso después del decreto de 1940.
Los yaquis esperan que la reciente revisión de los linderos haya sido conforme a los conocimientos de sus antepasados y no les vayan a salir con otro desaguisado para volverles a cercenar su territorio.
Según las cuentas del gobierno federal hay una superficie reclamada de 576 mil 471 hectáreas, además del derecho de usufructo sobre el mar con respeto al decreto de exclusividad pesquera de 1973, sobre todo en el área de la isla de Lobos.
Confían en la palabra, tanto del Presidente Andrés Manuel López Obrador como de Regino Montes para que se les restituyan sus tierras afectadas por la codicia de gobernantes y productores.
A la comunidad yaqui no le ha importado que en el banco estén reservados ya casi 200 millones de pesos producto de la indemnización por 40 millones que les dejó Zedillo Ponce de León, pero que, salvo unos cuantos avariciosos, nadie ha querido tocar porque para ellos la tierra heredada es primero.
En materia de agua hay otra deuda histórica con los yoremes. Incluso a nivel internacional ya se está ventilando un juicio en la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre este tema y el del agua y quizá como el Estado mexicano se ve acorralado, quiere ahora emprender su Plan de Justicia del Pueblo Yaqui.
Habrá que recordar que la dotación aprobada en su momento por Tata Lázaro fue de la mitad de la presa La Angostura, además de las aguas broncas del río Yaqui.
Pero como con las presas El Novillo y la del Oviáchic les han quitado el caudal al río, a los indígenas también les han arrebatado parte de su líquido y ya en el Distrito de Riego del Río Yaqui, los productores se han apoderado de mucha agua de la dotación actual, estimada por yoris, de unos 250 millones de metros cúbicos anuales.
Con el acueducto Independencia también se les quitó agua, pues los directivos del Distrito de Riego en vez de entregar líquido de su concesión, firmaron para que fuera la de la etnia la enviada a la capital del Estado, unos 30 millones de metros cúbicos anuales.
En otros temas de desarrollo integral para los yaquis, hay muchos pendientes como el de dotarlos de agua potable y drenaje en sus comunidades; viviendas dignas; calles arregladas, aunque ellos no deseen el pavimento, pero sobre todo que sus usos y costumbres sean respetados cabalmente.
Eso incluye que las grandes acciones de desarrollo para la entidad, como por ejemplo el gasoducto y el acueducto, si van a perjudicar a los yaquis, que primero los consulten en forma adecuada, no en restaurantes u hoteles de Hermosillo y Obregón y ellos ya sabrán si aceptan o no esas obras.
¿Será mucho pedir o volverá a ganar la ambición de unos cuantos a costillas de un pueblo ancestral que reclama justicia?
Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx








