Lobos: punta de la mecha

Durante muchos años, los pescadores de Sonora, en el mar o en las presas, han tenido que aguantar a los "extranjeros" en sus respectivas jurisdicciones.

Por: Francisco González Bolón



El problema, según los hombres del mar, es que las autoridades de Pesca emiten un gran número de permisos, para las temporadas del camarón principalmente, y los reparten a personas que no son de las comunidades respectivas.


Ayer, el problema estalló en Bahía de Lobos, del municipio de San Ignacio Río Muerto. A escasa horas de iniciar la temporada camaronera, los habitantes de esa comunidad detectaron a personas de Sinaloa que llegaban dispuestas a quedarse para pescar ahí.


De inmediato la voz se corrió y en unos minutos quitaron una panga y las llamadas artes de pesca, que son principalmente las redes.


Se dieron cuenta, dicen, que entre esos equipos estaban unas redes prohibidas llamadas "chango", que a su ingreso al mar se abren y arrastran todo lo que hay en el fondo del mar, incluidas las crías de diversas especies, el camarón entre ellos.


La tensión se elevó al máximo y los vecinos solicitaban la presencia de las autoridades de Pesca, pero también de las corporaciones policiacas, pero solamente llegaron los de San Ignacio, que no pueden involucrarse y quedaron solamente como observadores para evitar que las cosas llegaran a mayores.


La panga y el equipo fueron llevados al kiosco del lugar y muchos de los presentes pedían que los quemaran para llamar la atención del gobierno porque tienen mucho tiempo, años, denunciando esta situación y nadie pone orden.


Por fortuna hasta entrada la noche no se encendieron más los ánimos, pero hay un plazo para que este día, en el arranque de la temporada, los funcionarios responsables acudan para dialogar y ponerle fin a esta situación.


Empero, Lobos es, puede ser, la punta de la mecha que haga explotar a los pescadores sonorenses.


En cualquiera de los puertos o campos pesqueros o en las comunidades asentadas en las presas, el clamor es el mismo: ya no den más permisos a gente de fuera que solamente llega a explotar los recursos naturales y no dejan beneficios a la gente.


Y las autoridades de Pesca tienen la palabra: o se empeñan en seguir haciendo negocio con los "grandes" de la actividad, que les generan ganancias en muchos sentidos o, como es la nueva política federal, se dedican a darle prioridad a los pescadores que día tras día se parten en lomo en sus comunidades por unos cuantos pesos.


La situación de marginación y pobreza en las poblaciones pesqueras debe cambiar. Sin infraestructura urbana o servicios públicos en ocasiones, sus habitantes deben subsistir conforme lo marque la existencia o escasez de productos en el mar.


Ojalá y este incidente de Lobos no llegue a mayores y que haya alguien que con sentido común permita darle una salida a estas añejas acciones que lo único que han logrado es hacer más pobres a los pescadores.


Y eso, indudablemente, se tiene que cambiar. Ya es hora.


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