Por: Redacción
Tikiri era forzada a caminar 10 km con una pesada manta que cubría su cuerpo para participar en festividad religiosa
El planeta lo comparten hombres y animales, pero el primero se ha enseñoreado sobre todas las especies, al ser, presuntamente, el ser pensante.
Sin embargo, el comportamiento del ser humano ha devastado su entorno, llevándose consigo al resto de los moradores del orbe, pues su voracidad lo ha llevado a consumir los recursos naturales en pos de un beneficio económico o religioso.
Recientemente, el Gobierno de Sri Lanka ha solicitado la autopsia de una elefanta de 70 años de edad, que muriera en Kegalle, a80 metros de la capital del país, Colombo.
Tikiri, que causó conmoción en el mundo, debido a su precaria situación física, estaba a unos días de formar parte de un festival budista, ha fallecido el martes; el dato fue informado por el Ministerio de la Fauna de Sri Lanka.
El paquidermo era forzado a caminar, durante 10 noches seguidas, varios kilómetros, con una pesada manta que cubría para esconder su lastimada cuerpo.
La fundación Save Elephant Foundation ha manifestado que el evento en el que Tikiri participaría, también desfilarían 60 paquidermos más, a fin de rendir culto a una deidad de la isla para ser “bendecidos”.
“¿Cómo podemos llamar a esto una bendición, o algo sagrado, si hacemos sufrir a otras vidas?” ha manifestado la fundación.
En su defensa, un portavoz del Templo del Diente de Buda dio a conocer que, previamente, Tikiri había sido revisada por un médico veterinario, ya que es una preocupación de los organizadores del Festival Perahera que los animales estén bien.