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Las Plumas

Los días de Semana Santa

Celebraciones diversas


Algún día los funcionarios y políticos mexicanos tendrán por costumbre hablar con la verdad. ¿Cuándo sucederá ese gran acontecimiento? No hay que desesperarse. Porque la cosa es calmada, dirán algunos de ellos. Aunque la ciudadanía, a menudo o regularmente, piense lo contrario.

Entre mentiras y demagogia, tal parece ser el dilema (o el gusto) para quienes asumen recrearse con el lenguaje oficial. Entre muchos ejemplos disponibles a la mano, el más reciente se vio personificado por el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya. De propia voz, por supuesto, el Ejecutivo local de esa entidad dijo que su estado es tranquilo y seguro e hizo una invitación “a todos” para que disfruten de las vacaciones escolares.

El problema es que formuló tales declaraciones después de que se produjo en su estado un secuestro masivo de 66 personas. Rocha Mayo en ningún momento externó algún pesar o lamento por lo sucedido. Simplemente dijo que son cosas que pasan. E hizo una invitación para que nadie se asuste. Correcto, deben haber dicho en la vecina entidad.

Mientras tanto, las evidencias o señales que tienen que ver con el curso de la Semana Santa están notándose al por mayor en estas alturas. Aunque en el ámbito indígena sureño tomó curso una pertinente observación o reclamación, como quiera verse. Un ex regidor étnico dijo que en los últimos años las celebraciones de Cuaresma han sido transgredidas como si se trataran de un carnaval. Abel Ramírez Torres comentó que la transgresión se ha venido cometiendo en los últimos años por parte de muchos “yoris” que se visten como mujeres durante las fiestas.

El asunto que se describe parecería un tanto increíble. Sin embargo, no es posible dudar de la palabra de Ramírez Torres, quien, por lo demás, es dirigente de la agrupación Jiapsi Yoreme Mayo. En otras palabras, vale reconocer que sabe de lo que habla, por más lamentables o reprobables que sean los hechos que denunció.

En otro asunto de interés público, vale señalar que los ganaderos de la región están en alerta. ¿Por las vacaciones de Semana Santa? Exactamente, Pero ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Mucho, por lo visto. Y es que a lo largo de estos días los ganaderos redoblan su vigilancia para evitar incendios forestales. Así se evita que las llamas acaben con el forraje del que se alimenta el ganado.

Vistas así las cosas, no hay duda de que éstas tienen un gran sentido práctico. Convendrá recordar que el año pasado los incendios forestales significaron un duro golpe para los ganaderos. Por su culpa perdieron más de 1,500 hectáreas. Esta evidencia resulta más que suficiente para entender la gravedad de la situación ante la que se han tomado medidas precautorias.

En un evento más que se inscribe en el contexto de los días que corren, en Navojoa inició el miércoles el llamado volanteo preventivo con el que tradicionalmente se recibe a los vacacionistas por Semana Mayor. Básicamente los volantes son una especie de guía que contiene información valiosísima sobre números telefónicos de emergencia y en torno al dispositivo de seguridad que regirá estos días en la Perla del Mayo.

Es obvio que acciones como las descritas anteriormente nunca estarán de más en un tiempo preciso como el de hoy. Al contrario, tienen que ser llevadas a cabo con prontitud y eficacia, lo cual se ejerce mediante un mecanismo de volanteo. Y todo, vale reiterarlo, en servicio de los visitantes que arriban a Navojoa para disfrutar una saludable y positiva estancia vacacional.

Pero quizá haga falta aludir a una práctica en la que, como siempre y particularmente en circunstancias como las de hoy, es preciso detenerse con la mayor atención posible. Es la que tiene que ver con el consumo de alcohol de este periodo vacacional. El dato que sigue es perturbador desde su mero enunciado, ya no digamos en lo que significa existencialmente: el 80 por ciento de los accidentes que ocurren en esta particular y breve temporada tienen que ver con el consumo de alcohol.

No se requiere mayor claridad conceptual o práctica para entender el significado de un terrible dato como el anterior. Hay evidencias que se entienden o explican por sí solas. Parecería que la que se comenta es una de ellas. Se estará de acuerdo en que el porcentaje citado es muy alto numérica y prácticamente hablando. Pero habría muchas formas personales de eludirlo. Una asombra por la sencillez práctica que le distingue: si toma en vacaciones, no maneje. Así de sencillo...o así de complicado.