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Las Plumas

Al Día Acueducto y Distrito necesitarán agua

Aún cuando el Acueducto Yaqui y el Distrito de Riego 018 son obras necesarias, faltó la consulta con la etnia

Al Día Acueducto y Distrito necesitarán agua

¿Sabe usted lo que es una “crisis encañonada?” Uno confiesa que en lo personal ignora el cabal significado de tal expresión. Vale pensar que se trata de algo en verdad áspero o complicado. Pues ni más ni menos un asunto de esa naturaleza es el que se deja sentir en el ámbito de la Tribu Yaqui.

Empecemos por el principio, expresión que no es necesariamente una perogrullada, porque, bajo ciertas circunstancias, bien se puede empezar por el final. De este modo, vale registrar que DIARIO DEL YAQUI publicó el viernes una información con el siguiente titular: “Sin agua no operarán ni Acueducto, Distrito”.

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En el desarrollo de la información respectiva (suscrita por Luz del Carmen Paredes), se anotó que, aún cuando el Acueducto Yaqui y el Distrito de Riego 018 son obras necesarias, faltó la consulta con la etnia, ya que sin agua en las presas y sin tierras que sembrar, no generarán beneficios, según dijeron integrantes de la Tribu Yaqui.

Por lo visto, cabría puntualizar, que el denominado Plan de Justicia Yaqui (una buena alternativa de desarrollo y superación para la etnia), no respondió a las expectativas originales de quienes legítimamente tienen que reconocerse como sus legítimos beneficiarios. Efectivamente, y de manera un tanto asombrosa, hoy están conociéndose circunstancias o actitudes que no ayudan a poner de realce los alcances marcados por ese importante proyecto. Por ejemplo, César Cota Tortola, integrante de la Tropa Yoreme del pueblo de Cócorit (Loma de Guamúchil), señaló que lo primero que tenían que resolver con el Plan de Justicia Yaqui, fue recuperar las tierras rentadas, con el añadido de créditos que permitieran sembrar la superficie agrícola de los ocho Pueblos Yaquis.

Los hechos, entonces, no fueron evidentemente como tanto se publicitaron en su momento, lo cual no deja de ser lamentable, por decirlo de una manera pertinente. Es increíble, en estas circunstancias, tener que tomar nota de sucesos como los anteriores, carentes de toda lógica o sentido común, y más en tratándose de un gran proyecto como el descrito.

Sin embargo, las cosas no paran allí. Porque Cota Tortola también dijo que el presidente Andrés Manuel López Obrador está engañado por los funcionarios del Instituto Nacional de los Pueblos indígenas. Es así, explicó, porque ni el Acueducto que se inauguró está funcionando ni el Distrito de Riego 018 podrá entrar en operación.

Señalamientos como los anteriores resultan demasiado frontales como parte de un todo o una realidad que parecería no existe. ¿Acaso se trató de una fantasía? Por principio de cuentas, cabría preguntarse si realmente es posible engañar al Presidente de la República. Se pensaría que no, simple y llanamente por todo lo que significa el llamado primer mandatario en un esquema político o constitucional como el que rige en México.

El caso es que Cota Tortola también planteó lo siguiente: “A lo mejor va a decir el Gobierno que no queremos nada. Sí queremos. Pero queremos lo que es la realidad, lo que es cierto, No en el papel. No en el circo que se echaron en la presa inaugurando lo que no es”.

Los voceros de la Tribu Yaqui siempre han sido claridosos en extremo. La evidencia está a la vista con el registro de palabras críticas como las anteriores. Pero todavía hay más. De este modo, Agustín Molina Meza, capitán del Pueblo de Pótam, describió al Acueducto Yaqui como “una cortina de humo que no favorece en nada”. Y es que, a su juicio, la Tribu Yaqui está siendo engañada y sometida por los representantes del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, porque, apuntó, buscan favorecer a las grandes inmobiliarias de Hermosillo. Por lo visto, los líderes de la Tribu Yaqui tienen por norma o definición la de ser claridosos. Molina Meza ratifica con suficiencia esta característica. Por ejemplo, también dijo lo siguiente: “Lejos de hacer una justicia y trayéndonos más agua, nos están dejando una crisis más encañonada”. Y concluyó: “No hay agua: Y no se puede distribuir lo que no hay. Pero sigue operando el Acueducto Independencia”.

Al final, uno termina por entender que una “crisis encañonada” es aquella que prácticamente atosiga y repliega en grado extremo a quienes la sufren. Por eso no debe asumirse como cualquier cosa, sino todo lo contrario. El problema es que, mientras tanto, la Tribu Yaqui tiene hoy por hoy muchos hechos que objetar o cuestionar. Mejor será aclararlos perentoriamente y así salir al paso de su inconformidad. De una buena vez…

armentabalderramagerardo@gmail.com